La OIT constata las denuncias de UGT: el empleo es cada vez más precario y se incrementan las desigualdades

​La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: Tendencias 2018, examina las condiciones del empleo y el mercado laboral y analiza sus tendencias regionales y mundiales.

​La Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo: Tendencias 2018, examina las condiciones del empleo y el mercado laboral y analiza sus tendencias regionales y mundiales.

En su informe, la OIT pone de manifiesto cómo el desempleo, la precariedad y la pobreza laboral se han instalado en el mercado de trabajo mundial.

En materia de desempleo, se concluye que el desempleo mundial sigue siendo elevado, previendo que para el presente año 2018 el número total de personas desempleadas se sitúe en más de 192 millones de trabajadores, cifra que se verá incrementada en 1,3 millones, en el año 2019.

El informe muestra una especial preocupación por el aumento del empleo vulnerable y los trabajadores pobres.

La OIT calcula que en el año 2017 alrededor de 1.400 millones de trabajadores en el mundo se encuentra trabajando bajo modalidades de empleo vulnerable. Cifra que se estima, puede verse incrementada de forma preocupante en 17 millones anuales más en el año 2018 y el 2019.

En términos de pobreza laboral, el estudio confirma los escasos avances en esta materia. Así, el estudio muestra cómo en 2017 la pobreza laboral extrema y moderada ha sido generalizada en los países emergentes y en desarrollo y cómo esta tendencia se mantendrá en el año 2018.

La OIT también destaca en su análisis cómo en el mercado de trabajo mundial persisten otros problemas especialmente preocupantes como por ejemplo, el empleo de mala calidad; las desigualdades en el mercado de trabajo (las mujeres, a nivel mundial sufren un déficit de participación de más de 26 puntos porcentuales respecto de los hombres); la falta de oportunidades de empleo para los jóvenes (con una tasa mundial de desempleo del 13 por ciento) y el envejecimiento de la población.